En la iniciativa, impulsada por este colectivo coincidiendo con la celebración de su 50º aniversario, ha colaborado el Club de Montaña Nosolocuerda. El trayecto ha alcanzado una altitud máxima de 2.182 metros. 

“Estamos muy satisfechos con esta acción”, señalan desde la Asociación Pronisa,  ya que “una persona con discapacidad ha conseguido subir a un lugar, en principio inaccesible para ella”, añaden. 

Sonia Rosado ha sido transportada en una silla adaptada que cuenta con una rueda con dos posiciones para rodar, así como un manillar que se regula en altura para equilibrar tanto el peso como el punto de gravedad.

Para la asociación se trata de "un desafío deportivo, humano y solidario", con el que se busca que "el deporte de montaña sea accesible", mediante la "eliminación de las barreras físicas que se encuentran las personas con discapacidad o movilidad reducida cuando quieren acceder al entorno natural".