La iniciativa, a la que han bautizado como «hazte donante de esperanza», surgió de Paula, una niña de 12 años que padece cáncer, ingresada en este hospital, que quiso que todos los niños y niñas del servicio de oncología cantasen y bailasen para mostrar a la sociedad que, pese a estar enfermos, tienen esperanza y alegría, dos palabras que muestran en carteles durante el videoclip.

Paula también quería contribuir con el vídeo a animar a la población a hacer donaciones que permitan avanzar en la investigación y descubrir nuevos tratamientos contra el cáncer infantil.

Macaco no sólo cedió su canción sino que se implicó en el rodaje y canta junto a la treintena de niños, familiares, médicos y enfermeras que aparecen en el vídeo.