- Échale imaginación y antes de grabar piensa qué quieres contar y de qué manera. Haz con tu familia o amigos un pequeño guión y estructura el orden. Eso facilita mucho las cosas. Y luego… ¡cámara y acción!

- Muchas veces, una imagen vale más que mil palabras, así que intenta decir aquello que quieres de la manera más original posible: puedes utilizar dibujos, canciones, bailes, interpretación, imágenes…

- No te pongas ni muy lejos de la cámara ni muy cerca, comprueba por el objetivo que estás a la distancia adecuada para que se vea justo lo que tú quieres.

- Si hablas mientras te graban, hazlo alto y despacio, para que se te oiga bien.

- Si grabas al aire libre, intenta que no haya mucho ruido a tu alrededor que despiste la atención y que la calidad final sea buena. Si lo que quieres es grabar algo de sonido ambiente, asegúrate que no te robe protagonismo.

- Una música de fondo siempre anima, pero recuerda no ponerla muy alto para que se te oiga bien a ti y a tu mensaje.

- Procura que el sitio donde grabes tenga luz suficiente para que se vea bien lo que quieres enseñar.

- Y ahí va el mejor consejo: ¡Disfruta de tu grabación y de tu propuesta! AHORA… TE TOCA A TI!