Mi nombre es Rubén, tengo 23 años y soy parte del proyecto de Formación Profesional Dual de una empresa con sello alemán en la Comunidad de Madrid.

Decidí apostar por este tipo de formación teórico-práctica porque la ruta que establece este tipo de contratos es claramente ascendente a nivel profesional y, si las empresas invierten en tu formación, es más que probable que sigan contando contigo.

En mi caso, la formación y el trabajo tienen que ver con el sector comercio. Al finalizar los dos años de FP Dual seré capaz de realizar todas las funciones propias de una tienda y podré gestionar un inventario, realizar un pedido o diseñar los horarios de la plantilla. Es una oportunidad de crecer a la vez que demuestras tu valía de cara a puestos superiores.

Hoy en día no es raro encontrar jóvenes que combinan trabajo y estudios, pero es difícil compaginar los horarios. Sin embargo, la Formación Profesional permite a los alumnos compatibilizar perfectamente los estudios con la parte práctica, el trabajo.

Como dije antes, la empresa que me ofreció esta posibilidad es una cadena alemana y, por esta razón, no sólo tengo las asignaturas de la rama de comercio, sino que a lo largo de estos dos años también doy clases de alemán, lo que me permitirá obtener el título de comercio validado por la Cámara de Comercio Alemana.

En mi opinión, este tipo de formación es una opción más que interesante ¿Qué mejor forma de adquirir conocimientos que entenderlos en la parte teórica y ponerlos en práctica desde ese momento en la tienda? Además, a los jóvenes normalmente no sólo se nos pide una buena formación a la hora de buscar trabajo, sino que también nos solicitan una experiencia previa relacionada con el puesto. Con la FP Dual, adquirimos conocimientos y experiencia.