Pero si es importante en cualquier profesión, cuando hablamos de profesiones sanitarias, esta importancia adquiere su máximo valor, por ser vital que la respuesta a determinadas situaciones sea ágil, segura y con una ejecución sin errores. En mi experiencia como coordinadora y profesora del Ciclo de Imagen para el Diagnóstico en el Centro de Estudios Profesionales Santa Gema considero que una formación práctica adecuada y bien estructurada aportará al recién titulado, no sólo la formación necesaria, sino la seguridad de actuar adecuadamente y de aplicar los protocolos desde la experiencia ya vivida durante el periodo de prácticas.
Desde nuestra amplia experiencia en la formación de estos profesionales y en su posterior inserción laboral, podemos asegurar que es muy importante la continua conexión e implicación de los Centros Sanitarios durante el periodo de formación, no sólo en las prácticas estipuladas dentro de los contenidos formativos mínimos (FCT), sino a lo largo de sus dos años de formación.
En este momento en el que se está actualizando la organización de las enseñanzas y adaptando los programas formativos a las nuevas competencias laborales requeridas por las empresas, es necesario hacer una reflexión para concienciarnos de la importancia de Implicar a los Hospitales y de motivar a su personal sanitario para su máxima colaboración durante la Formación. Este compromiso hará elevar la calidad y la excelencia en el aprendizaje, ya que, el alumno, durante su práctica hospitalaria, revaloriza el tiempo que ha dedicado al estudio, poniendo en práctica lo aprendido de manera teórica y, a la vez, enriquece su conocimiento con su propia experiencia y con las experiencias del resto del personal que le acompaña durante su formación.
Este es el motivo por el que en nuestra escuela, desde el primer año, los alumnos quedan vinculados a un servicio de Radiología que cuenta con personal implicado y responsable. Necesariamente, para garantizar el éxito, la colaboración escuela-hospital debe ser total. Por ello es que la figura del tutor de prácticas, se divide en 2 figuras: el tutor de centro y el tutor del hospital. Ambos, de manera coordinada, trabajarán porque el alumno sea capaz de aplicar los conocimientos teóricos que está adquiriendo a la práctica real, en situaciones reales y con pacientes reales.
Este método de trabajo, además de ofrecer una mejor atención asistencial al Paciente, que, no se nos olvide, debe ser nuestra prioridad, facilita la inserción laboral, ya que, el alumno, durante sus dos años de formación, está en contacto directo con los Servicios de Radiología actuales, llega a conocer cuáles son las necesidades reales del servicio, los avances tecnológicos, aplicará las técnicas más habituales como Radiología convencional, pero también otras más complejas como la Resonancia Magnética o la Angiografía. Evidentemente, los servicios de Radiología valoran mucho este aspecto a la hora de elegir a su personal, ya que el recién titulado se integra en el servicio de una manera mucho más ágil y sin necesidad de un entrenamiento por parte del Hospital al que acceden.
Es importante para entender esta reflexión, conocer que el papel que desempeña el Técnico es de gran importancia para el adecuado funcionamiento del Servicio de Radiología. El técnico debe aplicar sus conocimientos para responder ante todos los sistemas tecnológicos existentes, además de atender las necesidades asistenciales que requieren los pacientes que asisten a estos Servicios centrales.
Como ya he dicho en numerosas ocasiones, la formación del técnico no ha ido evolucionando al mismo ritmo que lo ha hecho la tecnología sanitaria, cada vez más desarrollada y compleja, por lo que se necesita una formación mucho más amplia en este campo. Igualmente, un mejor conocimiento de las tecnologías empleadas en los diferentes hospitales, ya sean públicos o privados, así como de los equipos que ofrecen las distintas casas comerciales, también facilitará la inserción laboral.
Para terminar, quiero aprovechar para agradecer a todos los Hospitales su participación en la Formación de nuestros alumnos, ya que sin ellos no sería posible aumentar día a día la calidad de esta especialidad tan importante para el actual Sistema Sanitario. Compartir esta filosofía y metodología es básico para asegurar la excelencia en un sector tan estratégico y valorado como es la sanidad en nuestro país.