La Formación Profesional en nuestro contexto social y económico está lejos de la idea, afortunadamente desechada, en la que esta etapa formativa era considerada una alternativa "pobre" a la enseñanza universitaria. Afortunadamente como he comentado, es una idea que ya no tiene cabida puesto que uno de los retos fundamentales de la comunidad educativa en nuestro país y en Europa es que exista una interconexión real entre formación y mercado de trabajo, y por lo tanto, la formación profesional se constituye como un itinerario coherente y eficaz para afrontar las demandas profesionales que la sociedad demanda. Evidentemente nosotros como institución educativa trabajamos para desbancar viejas creencias y dotar a esta formación de la importancia que se merece.  

Sin duda, el proyecto que iniciamos el año pasado ofertando este ciclo formativo quiere reforzar nuestra ubicación como centro educativo que responde a los nuevos desafíos que nuestra sociedad nos lanza. En este sentido, ESNE tiene una larga trayectoria en formar a profesionales en el ámbito de las industrias creativas, consideradas por muchos analistas como un sector potenciador y dinamizador de la economía.

Por otro lado,  nos encontramos en una época cada vez  más caleidoscópica y cambiante en cuanto a los procesos de adquisición de conocimientos y en los procesos de creación de contenidos, marcados profundamente por todo el abanico de herramientas tecnológicas en desarrollo y expansión. Por estos motivos, innovación, tecnología y creatividad se erigen como los principales resortes de nuestra filosofía en nuestra labor como docentes y como educadores.