El tutor debe ser un modelo a seguir y transmitir los valores de la empresa y de la ética en el trabajo.

El periodo de tiempo que dedicamos al aprendizaje del alumno debe contribuir también a que éste consiga competencias no sólo técnicas, siendo necesario que se acostumbre a la responsabilidad, el compromiso, el gusto por el trabajo bien hecho, ser cumplidor, el compañerismo, etc. Para ello el tutor debe actuar como mentor que traslade al alumno los valores de la empresa en la que trabaja.

El tutor debe dar Feedback positivo y constructivo al aprendiz.

Es muy importante realizar reuniones periódicas del tutor con el alumno para comprobar los avances, las dificultades que se le pueden presentar al alumno, tanto en la vertiente de sus competencias técnicas como relacionales. El tutor tiene que crear un clima de conversación agradable, transparente y de mutua confianza y basar su Feedback en evidencias y hechos, nunca en comentarios y observaciones. Un Feedback correctamente dado ayudará al alumno a tomar conciencia de los aspectos que debe mejorar, le enseñará a ser responsable de sus actos y le permitirá ir adquiriendo más confianza y autonomía profesional.