La Asociación de centros de Formación Profesional, FPEmpresa, valora acertado el anuncio realizado por la ministra de Educación, Isabel Celaá, en el que afirma su intención de impulsar un sistema unificado de Formación Profesional que aúne las competencias sobre la FP, tanto educativas como de empleo, en el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP).

Isabel Celaá resaltó en el acto de presentación de su nueva etapa al frente del MEFP que su ministerio asumirá tres nuevas competencias que hasta ahora estaban en manos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social: la elaboración de las normas e informes sobre el Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales; la elaboración y actualización de los Certificados de Profesionalidad y las pruebas de evaluación y, por último, la incorporación de la red de Centros de Referencia Nacional a la red de centros de Formación Profesional.

Desde hace años, las políticas de FP adolecían de la insuficiente coordinación entre los organismos responsables de empleo y educación, perdiendo oportunidades, recursos y, sobre todo, alejando la FP de la realidad del país. FPEmpresa había señalado reiteradamente la ausencia de una medida que integrase de todas las ofertas de Formación Profesional, tanto del sistema educativo como de empleo.

“Los rápidos cambios tecnológicos, culturales, productivos, demográficos y medioambientales que se están produciendo en los últimos años nos sitúan frente a nuevos y ambiciosos retos. Por ello, creemos imprescindible contar con una Formación Profesional integrada, actualizada, continua y para todas las personas. Esta será la única vía para dar una respuesta óptima tanto a las necesidades de la ciudadanía como a las de las empresas y la sociedad en general”, afirma Luis García Domínguez, presidente de FPEmpresa.

FPEmpresa espera que esta nueva medida permita que los centros de Formación Profesional puedan participar de un modo más activo y ágil en la oferta de FP para el empleo. La Asociación confía en que esta confluencia de los subsistemas de FP tenga como consecuencia una mejora de la capacidad de respuesta de la propia FP ante los desafíos que nos esperan.