El modelo de Formación Profesional dual del País Vasco se ha convertido en los últimos años en uno de los mejor estructurados y reputados de nuestro país, pues se ajusta cada vez más a las necesidades derivadas del crecimiento y transformación de la economía de esta Comunidad. Es, tal y como ha explicado Jorge Arévalo, viceconsejero vasco de FP, "un modelo flexible que mira al futuro, que conecta con la empresa y garantiza la transversalidad en la formación del alumnado, que ayuda a crear profesionales polivalentes con competencias que les permita, en caso de necesidad, la movilidad laboral interna o externa".

Este hecho se ha confirmado a través de los informes facilitados por el Departamento de Educación, cuyos datos reflejan que el 96,7% de las 475 empresas que el curso pasado formaron a un estudiante consideran que la FP en régimen en alternancia es "muy bueno" y casi el 100% (el 98,9%) afirma que el alumno "ha sido productivo y eficaz".

Este sistema de aprendizaje dual compagina la formación en las aulas y en la empresa, hecho que beneficia a ambas partes en el proceso y lo diferencia de la enseñanza universitaria. "No son tres meses que cojo a un becario y listo. Aquí hay que tener un tutor de empresa, un tutor de centro, hay que pagar durante uno o dos años al alumno. Es un modelo de aprender a través del trabajo, no de trabajar aprendiendo. El matiz es importante", ha declarado Arévalo.