Principalmente, lo que me llamó la atención de estos estudios fue que no pierdes años sin estudiar, si no que obtienes una titulación, ganas experiencia, conocimiento y puedes aclarar tu futuro.

Considero que la experiencia laboral es una parte muy importante de la formación y en una FP obtuve lo que quería ya que te preparan más para ello y en tan solo dos años obtienes experiencia tanto teórica como práctica, en cambio en una carrera tardas más años en obtenerlo, puesto que la finalidad podría decirse que en un Grado Universitario es 80% teoría y 20% práctica, sin embargo, en un Grado Superior es al revés. También considero que un Grado Superior te abre muchas puertas en el mundo laboral, al menos en mi caso así fue.

Por otra parte, si te gusta el sector que has estudiado puede ayudarte a entrar en la universidad que quieres y en el grado que deseas sin necesidad de prueba de acceso, habiendo adquirido una titulación y una experiencia.

Por último, en mi opinión, estudiar FP me sirvió a que el cambio a la universidad no fuese tan brusco y a la hora de cursar una carrera posteriormente me favoreció mucho en cuanto a las asignaturas, ya que al cursar un Grado del mismo sector me convalidaron nueve asignaturas.