Desde pequeño viví la cocina junto a mis abuelos y mis padres que regentaban un restaurante en el pueblo donde residíamos y ya de bien pequeño, me pasaba los fines de semana y mis periodos vacacionales en el restaurante entrando y saliendo de la cocina y jugando con los hijos de los clientes que venían a nuestro restaurante a comer, con lo cual poco a poco y sin darme cuenta me fui empapando de todo lo referente a una cocina.

Mi experiencia personal optando en su día por la opción de Formación Profesional, fue una de las mejores salidas y más acertadas de mi vida ya que este tipo de estudios y preparación me encajó a la perfección desde el primer instante, porque se adaptaba a lo que yo estaba buscando, unos estudios en los que debías ser ordenado, disciplinado, seguir unas pautas, tener unos hábitos … y todo esto unido a la rama profesional que en este caso fue la cocina, donde me oxigenaba y me daba aire para crear, diseñar y ser feliz en lo que más me gustaba hacer que era cocinar.

Fue una escuela previa a la vida profesional que me ha servido como experiencia a lo largo de todos estos años y que me ha ayudado a conseguir retos que me he ido marcando a medida que los iba consiguiendo.


La formación profesional fue una vía excelente para el gran camino de la vida.