De la noche a la mañana descubrí cual era mi auténtica pasión; la cocina. Llevaba años cocinando por gusto para mi familia y amigos y la verdad era que le ponía ganas, empeño y paciencia. Empecé a informarme de las escuelas de cocina y terminé decantándome por el Grado Superior en Dirección de cocina. Ahí tuve la oportunidad de darme cuenta realmente lo apasionante que es el mundo de la cocina. A parte de ser un módulo muy práctico al hacer un grado superior me daban experiencia laboral real. Consiguieron meterme en un fantástico restaurante de Madrid donde conocí a tremendos profesionales del mundo de la cocina. También me ha dado la oportunidad de cumplir otro de mis mayores sueños; recorrer el mundo buscando nuevos sabores, colores y sensaciones.

Me ayudó tremendamente encontrar este camino por que no estaba preparado para tirarme otros 4/5 años estudiando algo que realmente a mí no me llenaba. A día de hoy, toda esa motivación que consiguieron mis profesores del grado y mis mentores de las prácticas, ha dado sus frutos; después de años trabajando en restaurantes, he conseguido abrir mi propia empresa de catering y vivo de y para mi gran pasión: la cocina.