La formación no solo es una vía de éxito hacia la vida profesional y personal sino una puerta que abre caminos hacia el futuro. Sí, efectivamente, se puede estudiar Formación Profesional y al mismo tiempo realizar una estancia Erasmus trabajando o estudiando. De hecho la experiencia en el IES Puerta Bonita de Madrid, un centro específico de FP y especializado en formación audiovisual y gráfica, donde, desde hace unos años ejerzo las funciones de Director, y también en la mayoría de los Centros de Formación Profesional, es la de un enorme éxito, entre los alumnos, en todas las modalidades de programas internacionales.

Una de las experiencias más habituales son las movilidades para prácticas de los Ciclos Formativos; estas prácticas pueden ser el total o una parte del Módulo de Formación en Centros de Trabajo –FCT- y se llevarán acabo en una empresa de cualquier país del espacio europeo.

Los centros seleccionan a los alumnos y habitualmente buscan las empresas de prácticas a través de centros 'hermanos' o de redes cooperativas de instituciones, como ayuntamientos, asociaciones de empresas, cámaras de comercio, etc... En muchos casos, estas mismas redes echan una mano en otros aspectos logísticos de la movilidad: el primer contacto, el alojamiento o la socialización. Pero es el alumno Erasmus quien debe hacer lo más importante: aprender y desarrollar sus habilidades profesionales y personales en un entorno completamente nuevo.

Así, el Erasmus de FP permite que los alumnos puedan añadir a su experiencia vital y a su currículum las prácticas en una empresa de fuera de España: Holanda, Dinamarca, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Estonia, Islandia… En nuestro centro es una experiencia de tres meses en los que al reto de desarrollar 'profesionalmente' los conocimientos y la formación adquirida en los dos años de formación en el instituto se suma el desafío de adaptarse a otra cultura y filosofía de vida, de utilizar el inglés como lengua franca de Europa o aprender a utilizar otras lenguas vernáculas europeas.

Este proceso permite ver otras realidades, comprender otros modos de hacer o también el ser capaz de adaptarse a otros mundos… hacer nuevos amigos y contactos profesionales. En definitiva enriquecerse con una experiencia clave para el futuro.

En muchos casos 'nuestros Erasmus' encuentran su carrera profesional o vital allende las fronteras y nos ayudan en años sucesivos a encontrar hueco para otros alumnos en esa otra ciudad lejana, son nuestros embajadores y contacto en esta red que hace que el mundo sea más pequeño.

Quizás esa sea una de las cosas que hemos aprendido en estos años: formamos nuevos profesionales para un mundo que se hace más pequeño, menos extraño, más próximo. La Formación Profesional también da respuesta a este nuevo mundo conectado, en red y cercano