La lavadora de las emociones ha generado en loa alumnos "un enorme proceso de transformación, que ha ido pasando del conocimiento de uno mismo al conocimiento de los demás, favoreciendo también así las relaciones interpersonales".
La profesora Susana Díaz, impulsora de Lavamagic, señala que "todo ello, se ha traducido en una enorme cohesión de grupo y un desarrollo de la empatía". Añade que a través de este proyecto educativo, reconocido en los premios Grandes Iniciativas, han conseguido también una mejora de los resultados académicos.
"Cabe destacar que nuestro proyecto ha sido compartido también por colectivos muy desfavorecidos y alumnos con necesidades educativas especiales."