De esta manera, los hospitales con los que colaboramos se convierten en improvisados estudios radiofónicos con su mesa de mezclas, sus micrófonos, auriculares y… “¡¡silencio, se graba!!”. Los niños tienen la oportunidad de escuchar sus voces a través de los auriculares, de conocer el lenguaje radiofónico, de saber cómo presentar un tema musical o de aprender a hacer una entrevista. Además de lo aprendido en el taller de radio, invitamos a cada uno de los niños a ver un programa real cuando salga del hospital.

Asimismo, el taller nos permite trasladar a los más pequeños cómo funciona este medio de comunicación y facilitar recursos originales y dinámicos al hospital para el entretenimiento de los pacientes de pediatría.