Yo, como muchos de mi generación, hice la selectividad posiblemente por "presión" social, y por suerte me saqué mi carrera universitaria, en la que coincidí con dos alumnos que venían de hacer el FP de Administración y Finanzas, estos dos compañeros hoy tienen dos puestos de trabajo relativamente buenos, y a mi juicio, los tienen porque su formación de base no tenía nada que envidiar a la de los que accedimos desde la selectividad.
Cuando hablas con compañeros docentes en la Universidad, te dicen que algunos de los alumnos/as que allí recalan no tienen la madurez suficiente, ni las habilidades sociales mínimas que deberían tener para cursar unos estudios universitarios, y es cuando piensas que algo falla al respecto. Es bastante común que las universidades planteen un primer curso lleno de asignaturas de introducción para acoger mejor a los nuevos alumnos y alumnas.
Hagamos un ejercicio de imaginación, año 2016, usted es un alumno/a de Bachillerato, y se encuentra estudiando en un centro donde dan la misma importancia a la PAU (selectividad) que al acceso directo a FP de Grado Superior, es más, está usted en un centro donde se imparten varios ciclos de FP de Grado Superior, y su tutor o tutora, le lleva una mañana a conocer qué hacen en esos ciclos formativos, le muestra que muchos de esos ciclos tienen más de un 50% de inserción laboral, y le muestra que muchos de los alumnos que terminan los ciclos van posteriormente a la Universidad, y que acaban titulando dos años más tarde de lo habitual, pero con dos titulaciones de nivel superior (FP Superior y Grado Universitario), y con dos experiencias prácticas (FCT en FP y Prácticum en Universidad).
Ese ejercicio de imaginación, plasmado en la actuación del tutor/a de Bachillerato, les aseguro que no se da en la gran mayoría de centros en los que conviven enseñanzas de la ESO y Bachillerato con enseñanzas de FP, es más, es bastante habitual que los alumnos que fracasan en primero de Bachillerato, repitiendo, recalen de rebote, y en octubre, en un ciclo formativo de grado medio, porque sus padres o el propio alumno ahora han decidido que lo mejor es hacer una FP.Estos alumnos no deberían haber ido nunca a ese curso, porque no mostraban nada de interés por seguir un itinerario académico hacía la universidad, sus destrezas manuales, habilidades sociales, conocimientos de informática... hubiesen encajado de forma perfecta en una FP de Grado Medio, pero la "presión" de la sociedad les llevó a matricularse en Bachillerato (y a perder un año repitiendo).
Este curso 2015/16 se ha suprimido el requisito de la prueba de acceso para los titulados de Grado Medio, permitiendo que un alumno/a titulado en la ESO sin interés inicial por la Universidad, pueda ir a la misma, en un plazo de cuatro años, cuando ya es un adulto, pasando por dos titulaciones de FP. Esto era posible hasta ahora en un plazo de cinco años, se ha acortado uno, y además lo podría hacer sin necesidad de hacer un examen tan traumático como la selectividad, y con dos experiencias profesionales previas. De esta manera el/la alumno/a que quiere ir a la universidad tiene dos alternativas..., acudir por la vía convencional haciendo dos años de Bachillerato (alumnos que lo tienen muy claro), o acudir desde la FP (alumnos que dudan).
En una sociedad que exige cada día que nos reinventemos, que estudiemos de forma permanente, a mi juicio es mucho más práctico haber cursado tres titulaciones profesionales que una, porque nos da el enfoque de la mejora constante, y es un enfoque que adoptamos desde los 16 años, no desde los 22.
No obstante, habría que repensar la estructura de algunos ciclos formativos de grado superior, e incluso de grado medio, de cara a que se adapten mejor a lo que luego se va a exigir en la Universidad, ya que es probable que sin algunas materias adicionales o refuerzos en STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el paso a la Universidad sea mucho más duro a nivel de conocimientos. En todo caso será menos duro a nivel de madurez y "habilidad social", ya que ambas seguro se han adquirido en las prácticas en empresas y gracias a las clases recibidas en materias como Formación y Orientación Laboral o Empresa e Iniciativa Emprendedora, materias transversales que sirven para que el alumno haga una paulatina transición a la vida adulta y se "siembre" la semilla del espíritu emprendedor tan necesario hoy en día.