Nueve meses después de graduarse, un 54,46% de los titulados en 2016 están inseridos laboralmente - trabajan o combinan trabajo y estudios-, mientras que los que optan por la continuidad formativa son un 51,19% - que incluyen los que estudian y los que combinan trabajo y estudios-: los graduados que solo trabajan representan un 38,98% y los que solo continúan estudiando, un 35,71%.
Estas cifras retrotraen a las de 2009 cuando un 37,8% de los graduados se insería laboralmente y un 32,34% optaba por continuar los estudios, una tendencia que, con el impacto de la crisis se cambiaron, pasando a ser más los que seguían su formación, llegando a alcanzar en 2014 un porcentaje del 42,88%.
El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, Joan Mateo, ha afirmado que la inserción laboral es un indicador clave de la calidad del sistema y la FP una opción magnífica.
Mateo también ha resaltado la disminución del abandono, que se ha situado en un 17% reduciéndose a la mitad en 15 años, y ha subrayado que éste no se produce solo por la crisis, sino por la toma de conciencia de que "sin una formación de calidad no hay un trabajo de calidad".
El informe señala que los graduados en FP tienen una tasa inferior a la media catalana y la de paro juvenil, ya que la de los graduados superiores es del 10,62% y la de los de grado medio del 9.03%, mientras que el paro juvenil está en el 32% y el total catalán en el 15,28% en el momento de elaborar el informe.
El presidente del Consejo General de Cámaras, Miquel Valls, ha asegurado que estudiar FP es una "buena opción", y ha remarcado las mejoras sustanciales en todos los ámbitos.