Las tres instituciones estudian por primera vez en España la incidencia del contacto con animales en la evolución de pacientes pediátricos en este tipo de unidades. Se han hecho 23 visitas a 15 niños y adolescentes ingresados en la UCI Pediátrica del Hospital 12 de Octubre, con una edad media de 14 años y que habían sido intervenidos quirúrgicamente o tenido complicaciones en la evolución de su enfermedad. Para ello, se ha utilizado un perro rescatado de situación de abandono, recuperado y posteriormente entrenado, que realizó una visita inicial de reconocimiento de la Unidad antes de iniciar la terapia, para comprobar su adaptación al medio, comportamiento e implicación en estas circunstancias.

Los resultados obtenidos hasta el momento evidencian diferencias significativas positivas antes y después de la intervención, como disminución del dolor de hasta tres puntos -según las escalas habituales de medida de esta variable- y reducción del nivel de ansiedad y otros síntomas asociados a la patología.

Todas las intervenciones han sido realizadas por Zenit, un Golden Retriever de 6 años. Una vez a la semana visita la Unidad e interactúa con los niños previamente seleccionados por los profesionales sanitarios durante dos horas, supervisado en todo momento por técnicos en intervenciones asistidas con animales y psicólogos.

La interacción de los niños con Zenit se ha convertido en un estímulo novedoso y emocionalmente atractivo para los pacientes ingresados en la UCI Pediátrica del 12 de Octubre, ya que focalizan su atención en otro ser vivo que es cariñoso y cálido, y les permite expresar sus emociones y olvidar el motivo de su ingreso en el hospital. En opinión de los expertos que participan en ‘Huellas de Colores’, el perro aporta un respiro terapéutico a los niños, ya que con su visita reciben emociones positivas.