En estas terapias, los 'perros azules' y sus monitores interactúan con los niños ingresados a través de juegos y trucos de adiestramiento, favoreciendo así el vínculo emocional entre los más pequeños y los animales. El trato con las mascotas también aumenta la motivación y mejora el estado físico y anímico de los pequeños pacientes.
Las primeras experiencias y resultados han sido muy positivos. Por ello, Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad, que ha asistido a una sesión del programa de acompañamiento con los niños ingresados en las Unidades de Oncohematología, ha señalado que la idea es "extender" esta terapia a otros hospitales.
Realizar este tipo de actividades con animales, especialmente con perros, tiene grandes beneficios para los pacientes pediátricos, sobre todo en largas estancias.