Los instintos guían al
ser humano desde sus primeros instantes de vida. Tal es así que, como bien
demuestran las ecografías prenatales, el feto sostiene en ocasiones el cordón
umbilical desde la semana 26 de gestación, que es cuando suele aparecer el
reflejo de prensión palmar.
Por ello, cuando los
bebés nacen y deben pasar un tiempo en la incubadora, tienden a agarrar las
sondas o catéteres que se le colocan, lo cual puede implicar un arrancamiento
accidental.
De cara a lidiar con
esa situación, los profesionales del Hospital Universitario Príncipe de
Asturias de Alcalá de Henares consideran que colocar un
objeto con ocho brazos junto al recién nacido facilita el agarre espontaneo,
disminuyendo la posibilidad anteriormente mencionada.
Así, la Unidad de
Neonatología incorporó dentro de su Plan de Humanización de Asistencia
Sanitaria 2019/2020 la figura de un pulpo de crochet que hace las veces de
compañero durante la estancia hospitalaria de los pacientes.
Los pulpos son tejidos
por un grupo de mujeres del Corredor del Henares sin ánimo de lucro. 100% de
algodón y rellenos de fibra hipoalergénica, estos peluches son lavados y
esterilizados al llegar al hospital, ya que se introducen en la incubadora
junto al bebé. Al terminar la estancia, los padres pueden llevarse el pulpo a
casa.
Es tal la conexión que
establece el niño con el pulpo, que en las sucesivas visitas de los padres al
hospital se puede ver como el animal acompañada en todo momento al nuevo
inquilino de la familia.
Este proyecto de
humanización aúna conocimiento del útero materno con una clara labor de
servicio de las tejedoras y profesionales del hospital que realizan esta labor
desinteresadamente para mejorar el día a día de los más pequeños.
El Hospital
Universitario Príncipe de Asturias
es uno de
los centros que han participado en la segunda edición del Índice de Humanización de
Hospitales Infantiles, una herramienta creada por la Fundación
ATRESMEDIA para medir de forma cuantitativa y cualitativa el nivel
de humanización en la atención pediátrica.
