El primer paso es someter tu idea primigenia a una reflexión que te impulse a definir claramente sobre un papel cuál es el objetivo, a quién va destinada la idea y con qué recursos la llevarás a cabo.

Para ello, dispones de herramientas sencillas que te ayudan a hacer crecer la idea (técnicas de creatividad) y sobre todo, a hacerla “aterrizar” en un lienzo que te permita tener una foto general, como puede ser el Business Model Canvas, un Plan de Empresa o los ejercicios de Valorización: ¿Estás resolviendo un problema y habrá alguien interesado en tu solución?

Ese paso te ayudará a concretar al máximo qué sabes hacer y qué te apasiona realmente, qué quieres conseguir, y de qué recursos (humanos, financieros, materiales) te dotarás para llegar a tu objetivo. En esta fase hay que estar abiertos a un máximo de ideas y aprender, aprender, aprender.

Creatividad: Esta etapa se centra en la transformación de esas inquietudes innovadoras, personales, empresariales en ideas que generan y aportan valor en diferentes ámbitos y sectores.

Modelo Canvas: El Business Model Generation parte de la idea generada en la fase de creatividad para la definición y creación de un modelo de negocio que tiene en cuenta todos sus elementos e interacciones entre los mismos.

Valorización: Se centra en el análisis y puesta en valor de mercado la iniciativa antes de comenzar a llevarla a cabo para minimizar y mitigar posibles riesgos.