BLOG | DESCUBRE LA FPCuando terminé bachillerato, estaba en un momento muy malo y rebelde. No solicité plaza en ninguna universidad (lo hice a escondidas de mis padres) y tampoco lo hice en ningún grado superior por lo que, en septiembre se me avecinaba un año muy negro, porque realmente no había ninguna profesión que me motivase. Un día decidí contarles a mis padres mi tremenda picia porque estaba empezando a ver muy negro mi futuro. Mi madre con un disgusto tremendo me dijo que me pusiese a trabajar, así que mi preocupación terminó, en septiembre me pondría a trabajar.